QUIENES SOMOS
Nuestros inicios
En 30 millones de árboles comenzamos nuestra idea de empresa, hace ya unos años, desde el trabajo. No le pusimos nombre a la empresa antes de empezar ni rotulamos las furgonetas. Nos pusimos a trabajar con todo el esfuerzo y la ilusión de la que, quienes nos conocen, han sido testigos. Después vino la confianza de nuestros clientes y con ella fuimos creciendo y “echando raíces”. A ellos, a los que confiaron, nuestro más sincero agradecimiento, por todo.
Pero después de estar bastante tiempo trabajando en el sector de la jardinería, de colaborar con otros compañeros y de formar un equipo de trabajo totalmente preparado, decidimos dar un impulso y hacer más visible este trabajo que nos apasiona.
Con ese ánimo nace la decisión de dotarnos de un nombre comercial y de hacer esta web, que quiere ser también un reconocimiento a nuestros clientes. A ellos y también a todo el equipo humano que de un modo u otro ha colaborado y colabora con su esfuerzo en este proyecto, nuestro reconocimiento y nuestro respeto.
El origen de nuestro nombre
Tras conocer la historia de Wangari Maathai, (Kenia, 1 abril 1940 – 25 septiembre 2011) y su lucha por vincular el respeto al medio ambiente con la promoción de los derechos de las mujeres en su país, lo que le llevó a ser Premio Nobel de la Paz en el 2004, sentimos la necesidad de rescatar ese espíritu e incorporarlo a nuestra empresa, pero también de rendir un modesto homenaje a quien supo entender y caminar más allá.
Wangari se dio cuenta de que el empeoramiento de las condiciones de vida de la mujer rural en su país, estaba vinculado con la creciente deforestación. “Hablaban de cosas que vi relacionadas: inseguridad alimentaria, malnutrición, falta de agua, de leña y de ingresos. Yo les dije: `Si no tenéis leña, plantad árboles”.
«Plantar árboles sirvió para que las mujeres identificaran sus necesidades y cómo superarlas. Fue como abrir una puerta y entrar en la casa»
Y hacia el año 1977 Wangari impulsó el nacimiento del llamado “Cinturón verde”, responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles.
Para nosotros es un orgullo llevar un nombre que vincula la protección del medio ambiente con la lucha por los derechos de las personas y también con la esperanza, porque, como dijo Martin Luther king, “si supiera que mañana se iba a acabar el mundo, yo hoy todavía plantaría un árbol”.
Nuestros inicios
En 30 millones de árboles comenzamos nuestra idea de empresa, hace ya unos años, desde el trabajo. No le pusimos nombre a la empresa antes de empezar ni rotulamos las furgonetas. Nos pusimos a trabajar con todo el esfuerzo y la ilusión de la que, quienes nos conocen, han sido testigos. Después vino la confianza de nuestros clientes y con ella fuimos creciendo y “echando raíces”. A ellos, a los que confiaron, nuestro más sincero agradecimiento, por todo.
Pero después de estar bastante tiempo trabajando en el sector de la jardinería, de colaborar con otros compañeros y de formar un equipo de trabajo totalmente preparado, decidimos dar un impulso y hacer más visible este trabajo que nos apasiona.
Con ese ánimo nace la decisión de dotarnos de un nombre comercial y de hacer esta web, que quiere ser también un reconocimiento a nuestros clientes. A ellos y también a todo el equipo humano que de un modo u otro ha colaborado y colabora con su esfuerzo en este proyecto, nuestro reconocimiento y nuestro respeto.
El origen de nuestro nombre
Tras conocer la historia de Wangari Maathai, (Kenia, 1 abril 1940 – 25 septiembre 2011) y su lucha por vincular el respeto al medio ambiente con la promoción de los derechos de las mujeres en su país, lo que le llevó a ser Premio Nobel de la Paz en el 2004, sentimos la necesidad de rescatar ese espíritu e incorporarlo a nuestra empresa, pero también de rendir un modesto homenaje a quien supo entender y caminar más allá.
Wangari se dio cuenta de que el empeoramiento de las condiciones de vida de la mujer rural en su país, estaba vinculado con la creciente deforestación. “Hablaban de cosas que vi relacionadas: inseguridad alimentaria, malnutrición, falta de agua, de leña y de ingresos. Yo les dije: `Si no tenéis leña, plantad árboles”.
«Plantar árboles sirvió para que las mujeres identificaran sus necesidades y cómo superarlas. Fue como abrir una puerta y entrar en la casa»
Y hacia el año 1977 Wangari impulsó el nacimiento del llamado “Cinturón verde”, responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles.
Para nosotros es un orgullo llevar un nombre que vincula la protección del medio ambiente con la lucha por los derechos de las personas y también con la esperanza, porque, como dijo Martin Luther king, “si supiera que mañana se iba a acabar el mundo, yo hoy todavía plantaría un árbol”.